27 de octubre de 2006

Burbujitas para María


María, del tema de la construcción se puede hablar largo y tendido. ¿Si se puede solucionar? Hay muchísimos intereses en que todo siga como está. ¿Has visto las cuentas de resultados del BBVA hoy? Llevamos varios años en que los resultados de un ejercicio triplican a los del anterior. ¿De dónde crees que sale ese dinero? De la tierra cuando llueve¿? Noooo, de nuestro trabajo. Antes nos endeudábamos hasta las rodillas para comprar una casa, ahora hasta el cuello para comprar casa, VW Golf, Tele de plasma... Nuestra nómina se la lleva el banco. Trabajamos para estos señores.

Por otra parte, las grandes constructoras empiezan a diversificar su actividad. Todas esas compras muchimillonarias sobre Iberdrola, Repsol, Endesa...con qué dinero se han sufragado???? Exacto, con el nuestro. Con lo que hemos pagado de más por pisos inflados de precio, se han enriquecido las constructoras que ahora lo reinvierten en energía, que es realmente el futuro.

Impecable planteamiento.

El problema es que cada vez somos más pobres y las grandes compañías, más poderosas. El enteraíllo que logra meter su aguijón en el canal por el que fluye el dinero, se atiborra. El resto...a velas vir.

Yo...mal lo veo. Y peor cuando el mercado del ladrillo se sature. Nada tiende al infinito (excepto la estupidez humana). La relación precio vivienda/salario no puede tender al infinito. La relación pisos en venta/posibles compradores tampoco. Este ritmo de construir sin parar por encima del crecimiento de la población y vender a precios por encima del IPC tiene que terminar algún día, eso es evidente.

Estamos en una anormalidad en que la oferta supera la demanda real (no especulativa) en progresión aritmética y los precios van en progresión geométrica Y=x*(1+i), siendo i>IPC

No creo que bajen abruptamente los precios (no soy burbujista), o quizá sólo en los sitios donde están más inflados (lo de Madriz y otras ciudades ya es demencial). Pero basta con que se equilibren o bajen un poquito para que el ladrillo deje de ser un negocio interesante. Cuando se produzca la desinversión de los especuladores, y la paralización de la actividad constructiva (creo que podemos pasarnos 10 años sin hacer una sola casa con todas las que se han construído en España) va a haber que atarse los machos.

Una economía basada en el turismo y la construcción es practicar el funambulismo económico. Sin bases industriales sólidas que sirvan de red, el ostión económico (y por lo tanto, social) puede ser de campeonato.

25 de octubre de 2006

Diógenes de Sínope



Un día estaba Diógenes masturbándose con fruición en la plaza cuando algún ciudadano le preguntó porqué lo hacía.

- Ojalá fuera tan sencillo saciar el hambre frotándome la barriga.

24 de octubre de 2006

La zorra y las gallinas



En estos días anda la gente escandalizada por los pelotazos que aquí y allá, en toda la geografía española, van apareciendo. Las relaciones más o menos incestuosas entre representantes políticos y empresarios del ladrillo tiñen de marrón todo el arco político.

La mayoría de partidos aún muestra cierto pudor cuando se le descubren chanchullos urbanísticos en su casa, y se ponen el hábito de nazareno para expiar sus culpas. Sin embargo, en el PP ni tan siquiera admiten las críticas. Y es normal, ya que la urbanización indiscriminada, la política de cemento, y la defensa de los intereses de las constructoras, promotoras y especuladores en general es su línea política desde los tiempos del Generalísimo.

Cuando cada vez se alzan más voces contra el enloquecido auge de la construcción en España, que pretende llenar de chalets todo espacio con algún interés turístico, y muy especialmente la costa...la derecha sigue ofreciendo a los ciudadanos una política de más y más cemento.

En una mercado inmobiliario febril, en el que hay cientos de miles de viviendas con las persianas bajadas, se siguien construyendo más viviendas que en Italia, Reino Unido y Alemania juntas. Esta situación que es absolutamente insostenible en el tiempo, no ya en términos ecológicos, que es una aberración, una absoluta destrucción de ecosistemas; ni tan siquiera en términos paisajísticos, que amenaza reproducir en el resto del territorio español la destrucción que ha sufrido la costa mediterránea; es insostenible en términos económicos.

Mientras tanto, el gobierno central mira hacia otro lado y se finge despreocupado ante la situación. Y el PP...satisfecho, porque es su modelo. España es el segundo consumidor mundial de cemento, eso es que España va bien. Algunos economistas creen que han inventado el móvil perpetuo, el motor que se alimenta con su mismo movimiento, la perfecta máquina de hacer dinero. Ayer fueron las .com, hoy es el ladrillo. A ver el ostión que nos pegamos esta vez...

Cada vez me voy haciendo más centralista. Al menos, lo de transferir las esponsabilidades urbanísticas a los ayuntamientos parece evidente que no fue una buena idea. Los casos de corrupción urbanística se han multiplicado a la misma velocidad que la especulación del suelo y el precio de la vivienda. Bajo la atroz falacia de que las viviendas son caras porque el suelo es cara, ya que escasea, han presionado a las autoridades municipales a liberar más y más terreno urbanizable que inmediatamente era perimetrado para que las excavadoras empezaran a cavar los cimientos de otro bloque de pisos o adosados.



No es que no se pueda sobornar a un Ministro o a un Conselleiro, sin embargo hacerlo es más caro que montárselo con un mendrugo paletiño metido a Concejal de Urbanismo, que le sueltas cinco quilos y te barniza los zapatos con su lengua. Le prometes un pisito y se pone a cuatro patas y ladra. Y es normal, que todos somos humanos y tenemos necesidades...

Aunque sólo fuera por eso, bastaba para retirar mañana mismo las competencias urbanísticas a los ayuntamientos.

O mejor aún, prohibir la construcción de una sóla vivienda más. Si en España, lo único que nos sobra, son pisos vacíos. Otra cosa no habrá, adolecemos de tantas cosas...(dignidad, democracia, cultura...), pero casas...para aburrir, oiga! Ocurre como los alimentos para el tercer mundo, no es que falten viviendas, lo que falta es dinero en las familias para adquirirlos.

El cerrojazo absoluto a la construcción no es ninguna tontería. En muchas zonas de Francia sólo se conceden licencias de construcción bajo lupa y ante circunstancias excepcionales. Es la única forma de preservar el poco patrimonio natural que queda inalterado, muy especialmente en la costa.

El paisaje de España, especialmente el urbano, está cambiando a un ritmo que sólo se puede comparar al de los años 70-80, con los movimientos migratorios desde los pueblos a las grandes ciudades. Sin embargo, hoy no existe fenómeno demográfico que pueda explicar esta fiebre constructiva. Con un crecimiento vegetativo levemente por encima de cero, sólo paliado en parte por la emigración exterior, se siguen construyendo viviendas, ya sea de primera o segunda residencia ¡y vendiéndose!. Barrios nuevos que han surgido de la nada y que sólo hace falta darse un paseo para ver que todas las persianas están cerradas. Pura especulación. ¿Pero...quién comprará esos pisos el día de mañana?

España está enladrillada, quien la desenladrillará, el desenladrillador que la desenladrillare, golpe de Estado tendrá.

Este país lo gobiernan las constructoras. No son palabras mías, sino las de un director de banco, conocido mío. Las constructoras imponen su modelo urbano, inmensas aglomeraciones metropolitanas, con urbanizaciones y complejos residenciales diseminados en hinterlands alejados hasta cien kilómetros en las que el medio privado de transporte se hace imprescindible, y los atascos a la entrada de las ciudades consecuencia lógica. El módelo L.A. que tanto nos vende Hollywood como paraíso de bienestar, y que son una aberración urbanística.

¿Y la democracia? Con conciudadanos embrutecidos e imbéciles como los que pueblan calles y aldeas, el control democrático sobre este fenómeno de especulación a gran escala no existe. Sólo ven su provecho a corto plazo sin reparar en la destrucción que conlleva.

La gente se empeña en votar el modelo de desarrollo urbanístico salvaje, dando la bendición democrática a un proceso de fractura social mediante el cual un pequeño grupo se están haciendo de oro a costa de endeudar a media España, vendiendo ladrillos por 60, que hace unos pocos años costaban 20.

En economía, como en física, el dinero no se crea ni se destruye, sólo se transforma (y pasa de manos). El lucro brutal que obtienen los promotores, que permiten obtener ganancias fabulosas en pocos años (en cuestión de segundos, cuando un consistorio corrupto recalifica los terrenos que se les ha dicho) viene de nuestros bolsillos. Del fruto de nuestro trabajo, de nuestra querida nómina que tenemos que inmolarla para conseguir un lugar en el cual vivir.

De esta forma, los marbellíes votaron durante años gobiernos de pandereta, que les prometían el desarrollo de su asquerosa villa. Y realmente les han dejado una villa muy bonita: y un más bonito agujero contable que van a tener que pagar entre todos los marbellíes (¿acaso hay alguien que piense que las deudas de las administraciones no son propias?). Amén de un modelo de turismo que cada vez más europeos rechazan, un turismo de cemento y aglomeraciones humanas que sólo satisface a la capa más baja de la población, a gente ignorante que sólo viaja para tumbarse en una playa masificada durante el día y emborracharse por la noche. Una gallina de los huevos de oro a la que se le sigue retorciendo el pescuezo sin darse cuenta que lleva muerta varios años.

De la misma forma los madrileños prefirieron dar el apoyo a Espe, que digo yo que podría ser más honrada y que fueran sus familiares los que se presentaran en las listas en su lugar, ya que es para ellos para quien gobierna. La mafia especulativa, negocios que quedan en familia, y un títere, una marioneta (queda mejor marioneta que títere, aunque sólo sea por el género femenino) que es la que pone la cara y consigue los contratos.

La familia de la Presidenta de la Comunidad, o son alquimistas, o descendientes de ese legendario rey Midas, que convertía en oro todo cuanto tocaba. Terreno que compran, terreno que multiplica su valor. Todos querríamos hacernos así rico, multiplicando de diez las ganancias, algo así como jugar a la oca y que siempre tirando porque me toca.

Y aquí en Galicia...



En contraste con la fuerte despoblación del interior depauperado, la costa gallega está sufriendo una fuerte presión urbanística, con promotoras ávidas de controlar terrenos aún vírgenes. Es una especie de red de pederastia, que recoje adolescentes aún vírgenes para que los más adinerados puedan jactarse de hacer sido los primeros en llegar, de desflorar (esta vez en sentido literal) una tierra virgen. Así zonas antaño alejadas del ruido de las grúas, con bellísimas costas salpicadas de aldeas con sabor tradicional, ahora están viendo como se pasean los proxenetas inmobiliarios, a la búsqueda de cándidos propietarios que se animen a vender.

Y cómo no va a vender un paisano, una tierra no urbanizable que sólo le da millo, berzas e algunhas patacas, si le dan el cuádruple de lo que él pediría por ellas. Luego esas tierras, con el placet del ayuntamiento en forma de recalificación, pasan a costar diez veces más que lo que recibió el paisano. A veces éste se resigna y se queda con sus dineros, sólo en ocasiones escepcionales se harta y se lía a pedradas contra sus legítimos representantes municipales.

Pero no hay peligro contra estos delincuentes democráticamente elegidos, porque ahí está la Guardia Civil para defenderles. No lo está sin embargo para investigar y denunciar los miles de casos de construcciones ilegales, de corrupción urbanística, de atentados medioambientales.

Como inciso: es repugnante que un Guardia Civil venga a molestarme por la mañana, porque no puedo pernoctar (que no acampar, en cuanto amanece vamos a conocer otro sitio) en la furgoneta, cuando precisamente ése es el modelo de turismo que preserva el medio ambiente. Llego, aparco en los lugares habilitados para ello, y cuando me marcho no queda ni rastro de mi presencia. Como así me gusta que sea, no quiero destruir aquello que amo, no quiero dejar huellas a mi paso por el mundo. Sin embargo, están al servicio de ese otro turismo, el de hotel y apartamento en la playa, que desvirtúa los lugares donde se desarrolla, transformando un entorno etno-geográfico preservado en un culto al consumismo estacional y a la ordinariez.

No dejes que nadie diga, y lo diga para tu vergüenza, que todo aquí era bello hasta que llegaste


El ladrillo es legal y es bueno. Llevar tu casa a cuestas no. Lo primero daña el entorno, no segundo no. Lo primero deja dinero (sobre todo a algunos), lo segundo menos. Empiezo a entender los intereses que defiende la Guardia Civil. Ese es la idea que tienen nuestros políticos de preservar el medio ambiente. Normal. El medio natural de esa morralla son las cuentas corrientes en paraísos fiscales, las inversiones en adosados en primera línea de playa, las mariscadas a cuenta del contribuyente. Cada especie defiende su propio ecosistema, los políticos defienden el suyo.



Esta mierda es Sanxenxo, esto es lo que han hecho de ella las constructoras con la complicidad del alcalde y la satisfacción de la mayoría de los vecinos. Porque no olvidemos que...¡esta gente gana elecciones! La carretera que une Pontevedra con Combarro, Sanxenxo, Portonovo y La Lanzada es un contínuo de adosados, hoteles y restaurantes, encaramados a la línea de costa, hasta prácticamente hacer desaparecer la visión del mar desde la carretera.

Con este panorama en Galicia, es una verdadera provocación el candidato que el Partido Popular propone para la ciudad de Pontevedra. No es cuestión de partidismo, que corruptelas las hay en todos los partidos, es algo generalizado (es más rentable ser concejal de urbanismo que alcalde). Sin embargo, el desparpajo con que lo hace el PP refleja claramente que están muy orgullosos de su modelo urbanístico, ven bien lo que se está haciendo a la costa gallega, y piensan seguir con ese proceso.

El candidato en cuestión es Telmo Martín González, actual alcalde de Sanxenxo. La villa marinera que es el paradigma de la marbellización en Galicia, con Cangas y Foz; donde las grúas se yerguen como setas después de las primeras lluvias del verano, donde se ofrece la Galicia de chaletito y mariscada que tanto gusta a los mediocres castellanos (y gallegos de dentro) que colapsan cada Agosto las playas, calles y carreteras. Un turismo que se cree de élite cuando no dejan de ser la ignorante clase media de siempre, que todo lo ensucia con su zafio mal gusto de nuevo rico.

Escapa de una villa donde veía dificil la reelección después de una muy polémica gestión en beneficio de sus intereses empresariales para dar el salto (asalto) a un objetivo mayor: la capital de la provincia.

Una capital que está en plena revisión de su PXOM (Plan Xeral Organización Municipal), y con una maniobra especulativa en ciernes cuando se produzca el traslado efectivo de la papelera de ENCE fuera de Lourizán, dejando una enorme superficie urbanizable al lado mismo de la ría, en unos terrenos que revalorizarse abuptamente con las firmas adecuadas. Desde luego, Pontevedra es un caramelo para este empresario, está calentita, a punto de caramelo. Una inmejorable oportunidad para hacer negocios.

Porque este señor es copartícipe (1/3 de la empresa) de una de las grandes promotoras de la provincia: Construcuatro, además de dueño de una empresa de materiales férricos para la construción: Hierros Santa Cruz.

De esta última empresa, se dice que medró como la espuma con los gobiernos del Partido Popular, y su excelente relación con el Ministro de Fomento: Álvarez Cascos. Otro gran empresario metido a político por devoción al pueblo es José Cuiña, sucesor natural de Fraga antes de que lo tele-decapitasen desde Madrid, que vió medrar sus empresas como calabazas en un campo bien abonado. Desde luego, el abono que le echaron debía ser del mejor, porque huele a podrido a kilómetros.

De Construcuatro no hay más que decir que es una promotora inmobiliaria en una zona de costa.

Y es posible que los pontevedreses le den la mayoría absoluta que necesita para gobernar a este señor, que firmará contratos con una mano y recalificaciones de terrenos con la otra (admitamos que al menos cambiara de mano ¡aunque sea de boli! para firmar, ora como empresario de la construcción, ora como alcalde).



Los pontevedreses tendrán que decidir si quieren meter a la zorra en el gallinero a cuidar de las gallinas.
¿De quién será la culpa luego? ¿De la zorra por tener instintos criminales y apetito voraz? ¿O de la torpeza de una ciudadanía que la pone en su puesto?

Hace tiempo que creo que las promotoras y constructoras viven en un mundo donde la ley es distinta. Sobornan descaradamente a los políticos forzando recalificaciones escandalosas de terrenos previamente adquiridos para obtener rentabilidades fabulosas. Construyen viviendas de protección oficial, para luego venderlas al doble del precio. Cuando vende un piso, escrituran por la mitad del valor real, ahorrándole un buen pellizco de IVA al comprador, que cierra la boca...y quedándose la mitad de ese dinero como "caja B" que es el eufemismo hipócrita para referirse al DINERO NEGRO. Un balance contable que no refleja los ingresos reales supone un fraude fiscal de millones de euros, que parece que no le quita el sueño a los inspectores fiscales, más interesados en mandar paralelas al ciudadano por cantidades de unos pocos euros, a veces bajo estrambóticas razones.

Todas estas prácticas son algo habitual, que todos conocemos, sufrimos, y toleramos en el sector de la costrucción. Y sin embargo, las condenas no llegan. Los ordenadores de Hacienda, que detectan una desviación de unos euros, no detectan los miles de millones de euros que desaparecen en un agujero negro sin preguntarse, aunque sea por astrofísica curiosidad, sobre su existencia.

Este conchabeo, ese amiguismo entre empresarios del ladrillo y representantes políticos, que el caso de Sanxenxo llega al límite de substanciarse en una misma persona sería escandaloso e inaudito en el mundo civilizado. Sin embargo aquí en Galicia nos parece natural, y es lógico en una población que por décadas a dado mayorías absolutas a un ex-ministro de una dictadura fascista, responsable último de la censura como Ministro de Información, y de los maltratos, torturas y asesinatos provocados por las fuerzas represoras cuando era Ministro de Gobernación.

Los gallegos estamos genéticamente seleccionados para aceptar y dar por bueno todo lo que diga el señoriño. En nuestra conciencia común no cabe el contrasentido de que un ladrón pueda peinarse con raya y gomina.

Edito.
Más sobre Telmo Martín:
El alcalde de Sanxenxo recalifica un humedal y lo vende por 2,8 millones
Telmo Martín deja Sanxenxo tras cinco polémicas urbanísticas

Y un muy interesante artículo de El Mundo sobre los más ricos entre los ricos de este país. Ya no son los banqueros, sino los constructores. Han conseguido vendernos por 60, lo que hace unos años costaba 20. Y aún encima, nos han convencido de que es un buen negocio.

Nadie se hace rico trabajando, sino a costa del trabajo de los demás (que trabajamos para pagarles nuestro zulito).

21 de octubre de 2006

Colonialismo cultural


Es sólo una anécdota, pero me resulto curiosa.

Estando de viaje por tierra de Badajoz, en la caja de un supermercado hubo un pequeño problema. Como siempre, en mi línea de cajas y justo antes de que llegara yo. Es una maldición que pesa sobre mi y la asumo con resignación.

Era un tarro de cristal que no pasaba el código, y la cajera tuvo que llamar a un rapaz para que le buscase otro. Lo curioso es cuando le dice qué tarro es:

-Traeme otro tarro de Moljo Lait

¿?¿?¿?

¿Ein? ¿Qué será eso?

Por curiosidad, o por matar mi impaciencia (quien espera, desespera, y yo soy un desesperado) miré el tarro de marras. Ponía:

Molho Light

Yo, que soy un capullo y no sé meter la lengüecita en el culo, le digo a la cajera, con toda la humildad que pude:

-Creo que no es moljo, sino mollo, es portugués.

Se quedó mirándolo, como si fuera a salir de ahí o galo de Barcelos, y pronunció un categórico:

-Será

Que lo reconozco, me dejó aniquilado. Si hubiera dicho: "me suda la polla", que es lo que estaba pensando, me hubiera quedado más aliviado.

En eso tercia una paquidérmica gitana, paciente cliente y compradora del Molho Light que tantas dificultades estaba dando y dijo lo único inteligente en esa conversación:

-Es como Ali-oli.

¡Exacto! Precisamente es eso, Ali-oli. Me dieron ganas de darle un besote a la gitana por aportar algo de lucidez a semejante esperpento de diálogo (no lo hice, pero sí que pensé cuántas personas se necesitarían para abrazarla, me recordaba a las medidas que hacen en los pueblos con los carballos centenarios, con personas de la mano abarcando el árbol).

Luego, seguí pensando el caso: Esta mujer, la cajera, que es evidente que no tiene gran cultura, no ha tenido problemas en pronunciar, aceptablemente bien, el vocablo inglés.
En cambio, cuando llega a la palabra portuguesa, no sólo no sabe que molho es para los portugueses cualquier salsa, es decir, aquello que se molha, esto es, se pringa, se moja (molho evrde, molho picante, molho holandês, molho de tomate...). La cosa es que tampoco sabe que la lh portuguesa es la grafía que equivale a nuestra ll. Estando a tan pocos kilómetros de la frontera, da un mucho de pena.

Aún más pena da que, al no reconocer la palabra, la pronuncie como si fuera inglesa, con h aspirada. Razonamiento: todo idioma que no sea el castellano, es inglés. Claro que la cajera tenía su parte de razón, al ir seguida de una palabra inglesa.

Conocemos mejor la lengua de los hijos de Albión antes que nuestra lengua hermana. Es más, conocemos otras lenguas antes que las que son propiamente españolas, tanto como el mismo castellano.

Aquí en Galicia el desprecio a los portugueses es indisimulado, son el vecino pobre, y ya se sabe que la pobreza engendra rechazo. Es imposible achacarlo a racismo, ya que los portugueses son no sólo de la misma mezcolanza de razas que nosotros, sino que poseemos la misma cultura y se puede decir que somos un mismo pueblo. Es la prueba más palpable que los españoles no somos racistas: el color oscuro de la piel en sí no es malo, el estigma no es cromático, lo terrible es la pobreza que asociamos al color oscuro de la piel (aunque vengan rumanos, polacos o rusos a romper esa teoría).

En los últimos tiempos hay quien en Galicia ha cambiado de forma de mirar a nuestro vecino portugués, pues si es cierto que es más pobre, también supo conservar su independencia de la voraz Castilla, cosa que los muelles gallegos no supieron, quisieron o pudieron. Ahora Portugal es libre de presentarse ante el mundo con una cultura preservada, mientras que el resto de pueblos de la península se esfuerzan porque su cultura (marcada fundamentalmente por su idioma) no pase a ser cosa de los paleolingüistas.

Claro que la independencia tiene un precio, y los portugueses tuvieron que buscarse patrones que los defendieran de la impresionante capacidad bélica castellana. Así, siempre han sido los aliados más fieles, ora de los franceses, ora de los ingleses. Tanta fidelidad ya no es tal, sino servilismo cultural.

La culpa de todo esto la tiene, al fin, el imbécil que le puso a un bote Molho light, en vez de poner Molho ligeiro. Que la verdad, tampoco es que diga mucho pero al menos evitamos el ali-oli lingüistico.

En resumen, que detesto la maldita manía de emplear barbarismos, introduciéndolos para dar mayor empaque a la expresión. La misma idea de que existan "lenguas de prestigio" revela el desconocimiento de una lengua, que es divinizada como lenguaje arcano que te aleja de la vulgaridad de una lengua que todos los hablantes dominan para pasar a expresarte en otra de sólo iniciados.

La mierda no huele peor por llamarle merda, ni huele a azahar si es shit o mèrde.

18 de octubre de 2006

Maltrato animal


Se me ha ocurrido escribir sobre esto a cuenta de dos sucesos.

Uno: haber leído en esta bitácora un buen alegato antitaurino. Está bien escrito y tiene respuestas interesantes (sobre todo la mía, es lógico que así lo piense aunque suene tan mal el decirlo). Soy de la opinión que debería prohibirse el acceso a menores a las plazas de toros, ya que lo que ahí se enseña no es nada bueno. Tu entrada te da derecho a presenciar, seguro desde la barrera, la tortura y muerte de un animal a manos de otro. Sería mucho mejor para el niño llevarlo al Salón del Porno de Barcelona, para que aprendiera como follar a sus amiguitas de colegio.

El sexo no es malo, ni propio de la edad adulta (los calentones que teníamos de peques, buf!). La crueldad, la tortura, la humillación y la muerte si. E impropio de un ciudadano, sea cual sea su edad.

Ahora recuerdo algo que leí sobre Texas (dónde si no?) donde estaban prohibida no sólo la venta, sino la posesión de consoladores. En un estado donde puedes comprar no sólo pistolas o rifles, sino fusiles de asalto y lanzagranadas... Moral conservadora, reaccionaria, clerical...moral inmoral, moral asesina.

El otro, es acordarme de una perrita que nos encontramos en mitad de ninguna parte, vagabundeando en un embalse cacereño. Parecía de caza, y supongo que fue abandonada por su dueño por no serle de utilidad a este cometido. Como me decía la lobita, hay perros que no merecen a sus dueños, y dueños que no merecen los perros que tienen. Esta perra, aún jovencita, era el bicho más desmesuradamente payaso que me he encontrado. Con más hambre de cariño que de cómida, y eso que su hambre era mucha, se deshacía haciendo monigotadas para que la acariciaras y le dieras un poco de mimo. Se lo dimos, por supuesto, y algo de comida. Daba lástima su recelo al ver acercarse la mano, señal de que había recibido más palos que caricias. Es triste que perro tan cariñoso haya tenido amo tan zafio. Más razones tendría la cadeliña de dejar a bruto semejante que ese zoquete de abandonar perro tan encantador.

En resumen, me apena que se trate mal a un animal. Por proximidad, porque su sentimiento y dolor es similar al nuestro, por cuestión de principios. Para el corto tiempo que me toca pasar por este mundo, no me gustaría emplearlo en hacer sufrir a los seres que habitan este planeta, compañeros de viaje en el periplo que, subidos a esta bolita, hacemos desde hace eones a través del espacio.

Peeero. Y es que tenía que haber un pero. No estoy de acuerdo con hacer del maltrato animal un delito. La ley está construída para regular las relaciones entre personas. El animal no es sujeto de derecho. Esto es, si alguien te rompe una lavadora, te debe indemnizar por haberte causado un perjuicio. Si la lavadora no fuera de nadie, o fuera suya, sería muy quien de destrozarla a martillazos que no haría mal a ninguna otra persona.

De igual forma, si matas al perro de tu vecino, has de indemnizarlo por haberle privado de una propiedad, al igual que la lavadora. Pero la falta no es haber matado al perro, sino haber causado con ello mal a otra persona.

Esto choca frontalmente con mi forma de ver los animales. Yo nunca he considerado que la gatita fuera mía y si, en todo caso, yo algo suyo, ya que adquiero el compromiso de cuidarla. Ella manda en mi más que yo en ella, sin duda.

Pero lo que no podemos hacer es saltarnos los principios del derecho para acomodar la ley a nuestras convicciones personales, muy a menudo fruto del sentimentalismo e hipocresía.

Hipocresía de un primer mundo que gasta más dinero en alimento y atención sanitaria para sus mascostas, que en ayuda a sus congéneres del otro hemisferio (el de la pobreza, no siempre coincidente con el Sur geográfico).

Desconfío de quien es cruel con los animales, pues es muy probable que siga ese comportamiento de dominación con las personas. Pero mucha más repugnancia me dan aquellas personas que ponen al ser humano al mismo nivel que otros animales (los que ellos consideran "chulis" -mi perrito "fifi", mi gatita "lulu"-). Al igual que el que antepone a los Dioses o las Patrias antes que al ser humano, me da asco aquellos que se preocupan más de sus animales de compañía que del prójimo. Que los Dioses se preocupen de los Dioses, las Patrias de las Patrias, nosotros tenemos una obligación primera con nuestros hermanos de especie. Si no entendemos esto, nada será entendido.

La ley regula las relaciones entre personas, y en ello en nada entran otros seres animados o inanimados. Hacer sujeto de derecho a un animal, al igual que pasaba con los embriones, nos haría incurrir en absurdos y contradicciones.

Porque si incluímos en la ley el maltrato que un hombre le pueda hacer a un animal, también debiéramos incluir el daño que un animal pueda hacer a una persona. Esto que en ocasiones se da de ¿juzgar? y ajusticiar a un animal es aberrante. (en el ejército lo he oído hasta con objetos, como arrestar a una puerta que al cerrar pilló un dedo y anormalidades así). Un animal no tiene conciencia, no tiene libre voluntad y por lo tanto no puede ser requerido a justificar sus actos ante la sociedad. El animal se comporta como animal que es, y no hacer de su comportamiento valoraciones morales, tan del gusto de la muy ignorante sociedad anglosajona (muy aficcionada a ver documentales donde se humanizan comportamientos animales, tratando de animales "asesinos" como las orcas o los cocodrilos, u otros que son animales "buenos" porque no causan peligro al hombre, como se intenta demostrar del oso o el lobo).

Y si introducimos a los animales en el derecho, no sólo tendríamos que asistir a la aberración de un juicio a un perro por morder a un hombre, o incluso el de una avispa por picarnos...es que también habría que legislar con la conducta entre ellos. Un gato acusado de comerse un ratón...

Los animales son animales y las personas, personas. No podemos saltarnos esa línea porque caemos en los mayores despropósitos.

Aun en la anormalidad de que un animal pudiera ser objeto de derecho pero no sujeto (como ocurre con los menores de 14 años), acabaríamos cayendo en el pozo del absurdo, a poco que queramos aplicarlo con carácter general.

Así como la ley no puede discriminar entre personas,y (debiera ser) igual de grave matar a un negro que a un blanco, a un pobre que a un rico, a un hombre que una mujer...tampoco debiera haber estas distinciones entre especies animales.

Si es delito maltratar a un perrito, también debiera serlo reventar una mosca contra la pared, los pesticidas serían prohibidos por guerra biológica y genocidio, los champús despiojadores eliminados de las farmacias, e incluso los paseos por el campo terminantemente prohibidos por el riesgo, certeza de destruir vidas animales a cada paso.

No veo yo claro lo que diferencia a un animal de compañía de un arácnido o un artrópodo, para ser una conducta criminal maltratar a uno y un acto de higiene doméstica echar matacucarachas.

Aunque parezca hasta grotesco, una de las escenas más patéticas que he tenido que presenciar, es una hormiga acarreando a una compañera muerta a través de las inmensas dunas que formaban las pisadas sobre la arena en el inmenso erg de una calita. Un espectáculo luctuoso que merecería que Mozart se levantase de su tumba y compusiera otro Requiem, este bastante menos triunfal.

Dándole un giro más de tuerca: el exterminio masivo de especies animales, de "orden superior", dicho sea con perdón de los órdenes inferiores, en mataderos es una masacre, una hecatombe que no debería pararse de inmediato.

Si pegar a un perro es delito, ¿cómo no lo va a ser matar a miles de vacas, ovejas, cabras, cerdos o caballos para aprovechar su carne? ¿Qué es lo que distingue a un perro o un gato de los animales susceptibles de aprovechamiento cárnico? ¿Cual es la diferencia? Ninguna intrínseca, desde luego. La diferencia no está en lo animales, y sí en nosotros, que sentimos mayor simpatía, cercanía sentimental con unos, y no con otros que, a pesar de tener sensaciones, sentimientos e inteligencia como los animales de compañía, son vistos desde siempre como destinados a pasar por las manos del matarife. Esto es hipocresía.

A mi también me gustaría que se pudiera prohibir por ley el maltrato animal, porque lo detesto. Y con ello acabar con el abandono de mascotas, con las corridas de toros (y otras tradiciones igualmente brutales), la caza...

Sin embargo, eso implicaría forzar el derecho. Y no me gustan los atajos, los caminos fáciles. Desvirtuar el objeto de la ley para conseguir pretendidos beneficios a corto plazo es peligroso. La ley tiene un campo de acción de cuyos límites no debe excederse.

Un ejemplo en forzar la ley para conseguir un atajo político sería la Ley de Partidos. Otro ejemplo sería la obligatoriedad del uso del cinturón o del casco, o la prohibición de estupefacientes. La ley debe regular la relación entre ciudadanos. La ley (la sociedad, en último término) no es quién para regular el daño que puedas inflingir a un animal, o a tí mismo. Por mucho que deteste que alguien maltrate a los animales, o recomiende usar siempre cinturón o casco, o tener mucho cuidado con lo que cada uno se mete. No puede haber una ley contra suicidas, porque el Estado no puede regular las relaciones de un ciudadano consigo mismo.

Para no divagar en demasía: hay temas que no pueden resolverse a golpe de ley. La justicia está para resolver problemas entre ciudadanos, punto. La crueldad con los animales, así como sus hijas socialmente aceptadas como la caza,los espectáculos taurinos, o el comercio y ostentación de pieles debieran ir erradicándose como costumbres brutales, propias de un ser grosero y palurdo. Como la embriaguez o la falta de aseo, una persona cruel con los animales ha de ser objeto de la reprobación social, sin tener que intervenir los tribunales en ello.

El respeto a nuestra madre Naturaleza se ha de lograr con educación, no con legislaciones oportunistas y demagógicas. La ley es algo muy serio. Es curioso que lo diga alguien que se tiene por anarquista.

La vida de un animal, a diferencia de las personas, no es importante. Maldita sea la crueldad gratuíta en la experimentación animal; pero en los casos en que sea necesaria para la investigación farmacéutica, me es absolutamente indiferente que mueran millones de cobayas si con ello se salva una sola vida humana, esta sí única, irrepetible y maravillosa.

Lo que es importante, sobre lo que SÍ que debiera legislarse mucho más duramente, porque nos afecta a las personas, porque de hecho es lo que más nos afecta a las personas, a la supervivencia de nuestra especie, es sobre la protección de los ecosistemas.

Un animal no es importante. Mueren millones todos los días, la Naturaleza es así, muchas veces unos en las fauces de otros. Lo importante ese equilibrio, máxima expresión del orden anarquista, que llamamos Naturaleza.

No es ecológicamente importante, aunque lamentable y vergonzoso, que se torture un toro. Es muchísimo más grave que se queme un bosque, o se tale para hacer una urbanización.

11 de octubre de 2006

Polonia del Norte

Me piro de puente y, para que no se diga que desatiendo mis obligaciones blogueras, dejo algo para la lectura, fusilado directamente desde Moscova, un artículo sobre los gemelos COZ-insky...esteee...Kaczynski presidente y primer ministro de Polonia.

Los Kaczynski salen de caza

No os fieis de lo que dice, tratándose de El País, el Правда español, pagado por el oro de Moscú y de conspiradores judeomasónicos.

Incultura y catolicismo de la mano, como el culo y la mierda.

8 de octubre de 2006

La autocensura



Aquí tenemos un dibujo del siempre genial Quino. En él, como en otros muchos, hace una crítica ácida de la religión. La hace ahora, porque durante la dictadura eso le hubiera traído muchos problemas. Una de las frases de Videla:

Un terrorista no es sólo el portador de una bomba o una pistola, sino también el que difunde ideas contrarias a la civilización cristiana y occidental.


Estoy seguro que cierto miserable bigotudo estaría muy de acuerdo con la anterior afirmación.

Hoy en día Quino es libre de poder dibujar en su país la anterior viñeta, y poder difundirla y ser publicada en el nuestro. Habrá quien estará de acuerdo, habrá quien no, pero tiene el derecho de mostrar de hacerlo.

¿Y si Quino, en vez de ridiculizar la creación bíblica del mundo, hubiera fijado su pluma en un capítulo del Corán? Ya la teníamos armada: se le acusaría de provocador, de islamófobo, de racista...

Hemos ganado el derecho a hablar en libertad, a criticar y ridiculizar todas las ideas. Las ideas, incluso las religiosas, no son sujeto de derecho. Las ideas no tienen derechos, pueden ser atacadas, destruídas, humilladas y pisoteadas. De hecho es lo que se DEBE hacer con ellas. Si una idea merece ocupar su puesto en nuestra cabeza antes debe de someterse a la dura prueba de la vivisección por el bisturí de la fría y dura razón, a la abrasión de la burla de los que piensan de modo distinto. Si esa idea resiste sin perder solidez en sus argumentos, y sólo después de haber pasado esas pruebas, merece ser pensada por alguien inteligente.

A la religión cristiana le está costando someterse a la prueba, las iglesias están cada vez más vacías, hay un amplio sector que está parcialmente en contra de las enseñanzas oficiales... se están dando cuenta de que la libertad de conciencia DUELE.

La religión musulmana NO se quiere enfrentar a esa prueba. No está acostumbrada ser enjuiciada, sino sólo acatada sin rechistar. Como todas las religiones, por otra parte.

Cualquier chorrada se interpreta como una ofensa al islam. Pues si, bien ¿y qué? Para ofensa al islam el siguiente credo: Creo que tu Dios no existe; creo que tu profeta es un santón iluminado, probablemente de una insolación; creo que tu religión es un conjunto de ritos idiotas, creencias estúpidas y normas sojuzgantes.

A quien le moleste que yo piense así, es que es imbécil de nacimiento. Que él crea en lo que quiera creer, en lo que su inteligencia alcance, en lo que su conciencia le permita, y que me deje a mi con mis ideas. Si le molestan, es que no ha entendido lo que significa vivir en una sociedad donde existe libertad de expresión, de conciencia y de culto. Ya está bien con que tal o cual cosa es una ofensa al Islam. ¿Y? ¿Tan débil es su idea que no resiste ni que la toquen? El mero hecho de existir personas que no creen en su Dios es ya de hecho una ofensa para Allah, ya que con nuestro testimonio le negamos. ¿Y? ¿Nos van a matar a todos?

La libertad de culto no le viene bien a las religiones monoteístas, ya que su fuerza estriba en no ser UNA opción, sino en ser la ÚNICA opción, ya que los demás dioses son falsos. Sólo puede haber un Dios, y por lo tanto una Iglesia y un camino a la salvación.

No puede ser que un mismo Dios diga: "come cerdo" a unos, y "no lo comas" a otros. Dios no puede ser tan inconstante y arbitrario en sus mandatos. Así que, si una religión es revelada por el único Dios, la otra no puede serlo.

Igual que lo del puto velo musulmán. ¡Pues claro que llevar velo es una mierda! A decir verdad, llevar cualquier prenda de ropa, más allá de por la necesidad de abrigo, es una mierda. Me cago en el chador, como me cago en la mantilla o rebeca de la rancia tradición católica. Considero que toda doctrina que tache el cuerpo humano desnudo de impudicia es un ataque a la dignidad humana, y es perjudicial para el equilibrio mental y emocional de la persona, es una enseñanza que sólo aporta al individuo miedo y rechazo de sí mismo. Si además estas enseñanzas se ceban en el cuerpo de la mujer, además de perjudiciales son machistas.

Y si Dios ha revelado eso, Dios es un cabrón, homófobo y machista, un reprimido sexual que, rabioso por no poder compartir su soledad avara, castiga al ser humano dando forma de revelación a sus miedos, para convertirlos en doctrina.

Dios Padre es un viejo viudo impotente; querría acostarse con su criatura, la mujer. Como no puede, la cubre de vergüenza para que no pueda disfrutar en libertad de lo que su madre, la Naturaleza, le legó.

Ese es el Dios de Abraham, el Dios único que nació en el desierto de Siria hace 4500 años, y se ha extendido por todo el mundo de la mano de las tres grandes religiones, cada una con sus subdivisiones y divisiones de divisiones. Todas ellas creyéndose el tronco principal y las demás, ramas desviadas de esa fuente origen de toda verdad.

¿Dios existe?. Lo ignoro. Me molesta la gente que no admite la pregunta y responde categóricamente antes incluso de empezar a pensar. La fé es el nombre que le ponen los sacerdotes a la ignorancia y la insensatez. La duda, condenada por todas las religiones, es el don más precioso del ser humano, es quizá la prueba de que Dios existe y somos parte de Él. La duda, sin embargo, es el peor enemigo de la doctrina, de la idea deglutida sin masticar. De la idea de otro incrustada en nuestra conciencia. La duda es el mayor peligro para el que quiere ostentar el privilegio de tener el teléfono de Dios, y no quiere pasarnos su número. La duda, la libertad de pensamiento, es lo que nos hace hijos de Dios, y lo que nos libera de la esclavitud de otros hombres.

Las religiones han esclavizado al hombre.

Quizá este mundo que vivimos necesite de una mayor espiritualidad. Quizá debamos de buscar a un Dios, quizá ni tan siquiera haya Dios pero si redención, como nos enseñaba el Gautama.

Lo que está claro es que el Dios de los curas, de los imanes, de los rabinos es falso. Es falso porque de existir, sería un ser cruel y envidioso, que llama a la destrucción de los que adoran a otro, que no atiende a las súplicas de sus hijos que le necesitan. Un Dios imbécil que se mete a legislar sobre cuestiones de higiene, de costumbres sexuales, culinarias. Que se preocupa de que la falda sea más o menos corta, de que no te masturbes o te folles a tu semejante hasta que Él lo permita. Un Dios mojigato, un Dios de pacotilla, un Dios de chismorreo y maledicencia.

Ése es el Dios que nos ofrecen para que creamos. Un Dios absurdo, una carallada de Dios. Existen tantos Dioses como personas. Todos nos creamos un Dios a nuestra imagen y semajanza, no al reves. Mahoma creó el suyo, apto para sus circunstancias, guerrero y sobrio, generoso y vengativo. La idea de Dios es un reflejo del superego de la persona. Por eso le llamamos Padre. Es el Padre que nos hubiera gustado tener.

El hombre bondadoso se construye un Dios bondadoso; el hombre violento uno que le absuelva de sus tropelías (y bendiga, hisopo en mano, sus cañones). El que tiene disfunciones sexuales (psíquicas o fisiológicas) se crea un Dios castrante, sólo hay que oír la voz aflautada con que cantan los Obispos de la Conferencia Episcopal. El soberbio construye un Dios arrogante; el acobardado y pisoteado uno que le defienda, a quien encomendarse...

A todos esos Dioses, luego le ponen un nombre único. Pero cada uno, en sus oraciones, se dirigen al suyo, al que siente cerca de sí. A su criatura que han creado para darle sentido a esta mala broma que es la existencia.

Puede ser que exista un Ser Superior, llámesele una Conciencia del Universo, sea el Acto Puro o la Potencia infinitamente actualizada...

Lo que me parece de todo punto evidente es que el Dios que nos presentan los sacerdotes de las tres grandes religiones (con sus ramas y ramitas) es un Dios aborrecible, caprichoso, irascible, cruel, mojigato, machista, homófobo...

Una mierda de Dios como reflejo de los mierdas que lo han creado.

Por favor: leed el Corán. Leed el Antiguo Testamento. Leed los Hechos y Cartas de los Apóstoles...

El que aplique esos libros; escritos hace centurias en lugares donde la vida humana no valía nada y la razón menos; el que los aplique a su vida diaria en sociedades occidentales o es idiota o está loco de atar (y encerrar).

Antes que lapidar a una puta prefiero hacerlo con un cura. La puta no tiene más culpa que la de ser pobre, no engaña a nadie (puede que sea la mujer más honrada del mundo, pues su tarifa está a la vista), no divide a las personas en buenos y malos, tan sólo en clientes asíduos y potenciales clientes, no te exige que creas en ella, sólo que confíes en lo que sabe. Las putas no joden a quien no quiera, y quien es jodido, acaba contento. Los curas de todas las religiones se empeñan en jodernos la vida a todos, y al que se la joden, se la joden bien jodida.


En resumen a todo esto:

¡Menos curas y más putas!


Todo esto nació de lo que iba a ser un dibujo y dos líneas para meter el enlace a éste par de artículos que he encontrado mientras meneaba (que no me la meneaba). Lo que me enrollo. ¡Cualquier excusa es buena para no empollar! Bueno, aquí están los artículos:
El islamismo y los ingenuos
Alegato contra las religiones (por los Derechos del Hombre, contra las teocracias)

Espera, que sigo:

El problema es identificar idea con persona. Una idea, una persona. Una persona o creyente que sólo tiene una idea. Si ofendes a la idea, ofendes a la persona.

El Islam tiene algo muy perjudicial: desde su nacimiento tuvo aspiraciones de convertirse en una norma de convivencia social. La Teocracia está implícita en la enseñanza de Mahoma, que construyó una nueva sociedad de creyentes. Así que la identificación no es sólo idea=persona. Sino idea=sociedad.

Una crítica religiosa se interpreta como un ataque a todo un país. Esto es peligrosísimo, y un error demoniaco.

En los albures de la civilización, con intercambios humanos (culturales y materiales) limitados, las sociedades eran muy homogéneas: con una historia, unas tradiciones, una lengua y una religión comunes (el conjunto de conocimientos que dan lugar a una etnia). Por supuesto, también racialmente eran muy similares, el asilamiento propiciaba la endogamia.

Según se fueron desarrollando las sociedades, se fueron introduciendo elementos propios de otras etnias, que reaccionaron creando una diversidad que enriqueció tremendamente y aceleró el progreso cultural de las naciones que se beneficiaban de ese tráfico. Las sociedades empezaron a tener una mayor diversidad (racial, religiosa...). Eso es una sociedad madura, en la que un grupo de personas que habita un mismo territorio se autodefine como sujeto de derecho (autodeterminación) y se dota de leyes y órganos de gobierno.

Como ejemplo de todo esto puede servir la sociedad del Imerio Romano (sin entrar en las diferencias entre romanos, latinos, foederae...). Todos son ciudadanos de Roma, todos pertenecen al mismo Estado, a pesar de tener lenguas maternas, historias, ritos e incluso colores de piel distintos. Y sobre todo: diversidad de dioses, tema en el que los romanos eran extraordinariamente tolerantes (solo rechazaban los ritos druídicos por su exagerada crueldad, que tome nota el que crea de los druidas lo que vienen en los tebeos de Asterix). Los cultos dionisíacos fueron perseguidos intermitentemente porque en ocasiones acababan como el rosario de la aurora (asesinatos, violaciones...). El cristianismo fue muy poco perseguido, a pesar de lo que diga Holliwood (no hay ninguna prueba histórica de que ningún cristiano fuera arrojado a las fieras).

Roma, igual que un Estado moderno, era una sociedad diversa cuyo nexo de unión era la sumisión a unas leyes y unos poderes públicos comunes.

En los Estados teocráticos, esta distinción desaparece. Son concepciones de la sociedad arcaicas, cavernícolas, como la que mostró nuestro expresidente diciendo que los musulmanes tenían que pedir perdón a los españoles...blablabla, dejando ver que un musulmán NO puede ser llamado español. A decir verdad ni Boabdil ni Pelayo eran españoles, porque de aquella España no existía (mal que les duela a algunos, que consideran que España es eterna). Pero tanto derecho tenía uno como otro a la tierra.

Esa identificación entre lo religioso, lo étnico y lo político es peligrosísima. La misma idea de la Reconquista, como si España no pudiera ser más que cristiana, y los musulmanes aquí fueran unos usurpadores.

Desde el mismo Estado de Israel se quiere hacer confundir judío, hebreo e israelí. Cuando es absolutamente falso, ya que puede (y de hecho hay muchos) israelíes de fe musulmana, judíos de nacionalidades varias repartidos por todo el mundo, o israelíes, la gran mayoría, que siendo judíos no son hebreos, sino de etnias diverdad (aunque les joda). Desde shefardíes a caucásicos, germanos, moros...

Si, moros judios, el Norte de África fue el refugio de muchos judíos que huían de las persecuciones cristianas. Lo que dice mucho de la tolerancia de la fe musulmana al resto de las religiones en unos tiempos en que el cristianismo era la más criminal de las confesiones. Hoy parece que cambian los tiempos, y la fe que un día llevó a la Península a su mayor grado de desarrollo, libertad y cultura, sólo superados muchos siglos más tarde por la Ilustración, la religión de la razón...esa fe ahora está ligada a las dictaduras, el atraso económico, la falta de libertades y la injustica social. Son paises islámicos los que ostentan las primeras posiciones de desequilibrio social, muertos de hambre al lado de fantasiosas fortunas pagadas con acaparar para una sola familia lo que pertenece a todo el puebo: los recursos. Se jodan si ellos lo consienten.

Esa confusión lleva a identificar musulmán con árabe, cuando ni mucho menos todos los musulmanes son árabes (pueblo semita al Sur del Sinaí). Hay más árabes en Alemania que en Marruecos, la invasión de la Península no traería más que a unas pocas decenas de árabes -los generales- el grueso de las tropas eran bereberes y moras.

Lo que sí que es una pena es que prácticamente todos los árabes son musulmanes. Igual que hace unas décadas todos los españoles éramos católicos: porque no había libertad para elegir otra cosa. Árabes habrá que se caguen en Allah (moros he conocido unos cuantos), pero lo harán con la boca chica, no les vayan a oír y paguen con su vida el humano derecho de rebelarse contra la injusticia de la vida.

La tendencia uniformizadora de las sociedades las empobrece y embrutece. Una España católica que hable castellano, un Marruecos islámico donde sólo se hable árabe (el árabe en su expansión ha destruído muchas otras lenguas, y otras que se resisten y pronto caeran; es la tragedia de un idioma que se identifica con una religión y se asocian ambas al poder político).

Una sociedad rica es una sociedad diversa, con ciudadanos libres con ideas propias, no un ejército de creyentes identificados con el pensamiento común, con la idea única (sea la religión coránica, sea el consumismo hedonista, sea la puta sociedad de castas hindú...).

Una sociedad moderna admite la diversidad, y ve natural la crítica. Un científico que reaccione como un demente cuando otro colega publica un estudio contrario a sus posiciones, no es digno de llamarse científico: es un creyente. Ha interiorizado su verdad hasta el punto de identificarse con la idea, de matar su independencia, su personalidad, para ponerse al servicio de la idea.

Las ideas se atacan, las personas se respetan.

No veo mejor forma de respetar a los pueblos del Norte de África, con culturas que admiro y que son parte de nuestra historia y nuestra cultura, que son algo propio y cercano...no veo mayor favor que hacer a esas culturas...que ayudar a quitarse el yugo de la religión. Porque se merecen mucho más que obedecer las enseñanzas de un analfabeto (por suerte hecha una doctrina más o menos comprensible y coherente por grandísimos teólogos, que hicieron lo que pudieron con el desbarajuste de suras, muchas veces absurdas y contradictorias que es el Corán). Porque mientras no se liberen de sus cadenas, como los europeos nos liberamos de las nuestras, y proclamen el triunfo de la razón, no podrán ser ciudadanos.

O eres fiel al Dios del Estado, o eres fiel a tu conciencia (y a tu Dios). Sólo una religión practicada por personas libres puede ser verdadera. Un pastor cuida ovejas, el Ser Supremo, de existir, quiere hombres libres.

Desconfío del que ama a Dios y mata al prójimo. Que los Dioses amen a los dioses, los humanos hemos de amarnos entre nosotros, porque no veo que los lobos se devoren entre ellos.

Un 100% de musulmanes en los Emiratos Árabes es lo mismo que las elecciones en Iraq, en que Sadam ganaba por un 97%. No había otra elección.

Por un Estado laico, que no coaccione al individuo (Santa coacción que decía San Escrivá) en sus opciones de vida. Por una religión tolerante, libre de violencia y de miedos, de ritos, de verdades reveladas, de prejuicios seculares, de superstición e irracionalidad. Por la erradicación de la incultura que los genera, del miedo que los alimenta, de la opresión que se sirve de ellos para medrar.

Mi Dios:

LA LIBERTAD

6 de octubre de 2006

Sara Mago



Todos os sabeis el chiste de Espe y la escritora Sara Mago, ¿no? Bueno, pues me ahorro contarlo. Queda bastante claro lo que le importa la verdad a un político, cuando de lo que se trata es de simular una pretendida cultura.

Saramago es, en mi nada humilde opinión, uno de los pocos escritores de nuestro tiempo que tienen algo que decir. Para mi, representa el abuelete que a todos nos hubiera gustao tener. Bondadoso, valiente, campechano...y con una gran sabiduría.

La verdad es que, estilísticamente, mi tocayo hace aguas. Frecuentes digresiones, diálogos embarullados, no es lo que se dice una prosa limpia. Sin embargo, no sobra una línea. Sus comentarios son acertados, interesantes, jugosos, aunque aparentemente no vengan a cuento. Es más, a veces pienso que la historia no es más que una excusa para que el autor nos vaya desgranando estas perlas de conocimiento. La sinopsis de uno de sus libros se puede desarrollar en un par de frases, sin dejarnos nada esencial en el tintero. Sin embargo, sobre este tema, esta verdad que el autor nos quiere transmitir, este cuento que el abuelete nos quiere contar...se pone a hilvanar cientos de bordaditos, de subtemas, hasta que saca, de una idea muy breve, un par de cientos de páginas.

Quizá sea esa facilidad para divagar y hacerlo con acierto y agrado para el lector, la que le ha perdido. Hay libros en los que empiezas a preguntarte si estará sacando leche de una alcuza; si le pagan por páginas escritas y le quedan letras por pagar de su casa de Lanzarote... es decir, que una idea que daría lugar a un buen cuento, la estira hasta el tamaño de novela. Cuando notas que el abuelete alarga la historia innecesaria y artificialmente, no puedes menos que sentir algo de tedio. Pero bueno, los abueletes son así, a veces sus neuronas entran en un lazo y no acaban de dar salido. Quizá sea que a los abueletes no les gustan los finales, verán el suyo tan próximo, y lo dilatan el cuento cuanto pueden.

Bueno, esa es mi opinión sobre este entrañable vejete. Si no le hubieran dado el Nobel, sería más entrañable, ya que lo tendríamos para un número limitado de nietos. Ahora, el abuelo está hasta en la sopa.

Sé que mi opinión os importa un comino (hoy estoy fino), y me alegro. Si os apetece leer algo y formaros una opinión, será mejor para vosotros y vuestra salud mental. Os intentaré dar unas pistas.

Aquí va una relación de los libros que me he leído de nuestra amada Sara Mago:

A caverna: Fué la primera novela y la que me prendió. Sobre el mito platónico subraya lo esencial en la vida y la irrealidad del mundo que construímos. Una familia de alfareros se enfrentan al progreso, representado por la amenaza de un centro comercial-estado. Realmente muy buena.

O Evangelho segundo Jesus Cristo: Para quitarse el sombrero y hasta la peluca. En el Portugal ultracatólico levantó un gran revuelo, y sin embargo, es este un Evangelio con una mayor inspiración divina que los de Mateo, Lucas, Marcos y Juán (escritos décadas después de muerto el Cristo). Una gran lección de humanidad, que me tuvo despierto toda una maldita y santa noche hasta que lo di acabado cuando el sol ya se colaba por las rendijas de la persiana. Sin palabras.

Levantado do chão: De bueno en mejor. La vida de tres generaciones de campesiones do Alentejo. Lo admito, son mi debilidad; pero este libro, con algunas canciones de o Zeca, e não preciso de mais nada, nem mesmo jantar. Imponderable.

A jangada de pedra: Después de los tres que venía de leer, un verdadero fiasco. No es que sea malo, que no lo es, pero desde luego está muy por debajo de los anteriores. Es en este libro en el que empieza a desarrollar novelas realistas sobre unas hipótesis imposibles. Una especie de novela de catástrofes naturales, de la realidad forzada al extremo. Saramago disloca la realidad, y con esas reglas de juego extremas, suelta a sus personajes a ver cómo actúan. El escritor fantasea contruyendo un "y si..." a cual más absurdo, para poder sacar conclusiones interesantes. En este caso, la Península Ibérica se resquebraja por los Pirineos, separándose del continente y convirtiéndose en una inmensa isla que navega al encuentro con América.

Todos os nomes: Quizá, de sus novelas, la que más me recuerda a Kafka (El Proceso); sabe transmitir la vacuidad en la vida de un funcionario-tipo, un hombre gris como cantaría Sabina que se enamora de un nombre de mujer, y por amor se rebela a su vulgar destino y débil naturaleza. A ratos pesada, cenicienta, es quizá esa su mejor virtud: sientes lo que debe sentir el minúsculo resorte de un reloj.

Ensaio sobre a cegueira: Por esta novela le dieron el Nobel, la misma que ahora quieren llevar al cine (¡Ave María Putísima, que San Cucufato nos pille confesados!). Volvemos a la novela de catástrofes surrealistas y a ver qué pasa. Los ciudadanos de una ciudad se quedan ciegos; en el caos subsiguiente un grupo de personas intenta sobrevivir. Del absurdo el autor extrae verdades universales sobre el ser humano. Les gustó a los suecos pero para mi no es ni mucho menos su mejor obra. El argumento no daba para tanto.

Memorial do convento: El rey Dom João V manda construir un gigantesco convento en Mafra para agradecer el nacimiento de su primogénito. La vida transcurre para la familia del rey, y para una de las familias que trabajan en la obra. Un lisiado de guerra y una bruja que ve más de lo que desea, un hombre y una mujer, que vuelan en una passarola. Un bonito libro.

O homem duplicado: Otro caso extraño. Un hombre descubre que tiene un doble perfecto en su misma ciudad. Una de las más flojitas en contenido, aún así tiene muchas buenas reflexiones.

Ensaio sobre a lucidez: Otra de catástrofes naturales. Saramago hace esta especie de "prueba del algodón" a nuestras democracias, y sobre todo, a nuestros muy democráticos poderes públicos. El resultado: destiñen. Es quizá la menos arcana de sus novelas, en la que hay menos distancia entre lo que dice y lo que nos cuenta.

As Intermitências da Morte: De nuevo otra, en el que tras establecer una premisa surrealista, el abuelete desarrolla una novela hiperrealista. ¿Y si no muriese nadie? La acción sirve de excusa para colar unas cuantas buenas reflexiones sobre la finitud de nuestra vida. Pero sigue dando la impresión de novela hecha al vuelo, le falta unidad en sus capítulos, coherencia interna. Como el Quijote, tiene dos partes muy marcadas, casi me atrevería a decir que son dos relatos cortos que el autor fusionó en una novela, estirando un poco de aquí y de allá, como un calcetín que no es de tu talla, para que el editor estuviera contento. En mi opinión, si se hubieran quedado en dos cuentos de 30-40 páginas, la historia de la literatura hubiera salido ganando. No así su cuenta corriente.

Objecto Quase: No es una novela sino una colección de cuentos. Muy variados, muy sencillitos unos, otros como el que da título al libro, con un nivel de abstracción mucho mayor. El gobierno de Salazar es una silla. La silla se cae. Muy recomendable, uno de mis libros preferidos (será porque no se enrolla)

O ano da morte de Ricardo Reis: Una de sus primeras novelas y la última que he leído. Maravillosa. Se ve que aún el abuelete no iba de farándulas y tenía tiempo para cuidar que la obra estuviera bien rematada (a sus últimas les faltan dos o tres repasos). No la recomiendo leer sin antes conocer, siquiera de forma somera, la obra de Fernando Pessoa y sus heterónimos (Álvaro de Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis). En ella se encuentran Ricardo Reis (una de las personalidades literarias de Pessoa) con el propio Pessoa, ya fallecido. ¿Absurdo verdad? No menos absurdo que este plano de la existencia que llamamos realidad. Estupendo libro, uno de sus mejores.



Precisamente de esta novela quería enseñaros un fragmento, en el que Ricardo Reis viaja a Fátima. Su descripción de este santuario mariano en los años 30, en plena euforia nacionalcatólica, es una verdadera joya.

Lo iba a poner pero en mi libro la editorial me conmina a que no lo haga, bajo pena de enfrentarme a la autoridad competente. Sé que podría hacerlo y nadie se iba a enterar. Una de las cosas que más me gusta de mi página es que no la lee ni Dios, especialmente cuando paso con mucho de las 10 líneas (y debo ir bien entrado en las 100). No recuerdo quien decía eso de que la mejor forma de mantener un secreto en España es publicándolo, así seguro que no se entera nadie.

Pues eso, sé que podría reproducir aquí esos párrafos que tanto me han gustado, con total impunidad. Pero por una vez, voy a respetar la ley y no lo voy a hacer. El querido abuelete ha vendido su alma al editor, y no voy a ser yo el que me arriesgue a ver cumplidas las amenazas que lucen en la tapa sobre mi cabeza. No le voy a hacer publicidad y encima recibir el castigo.

En su pecado está su condena: voy a cumplir la ley sobre los derechos de copia. ¡Jódete Saramago! que te quedas sin el honor de ser leído por mis ilustres invitados.

4 de octubre de 2006

Decadencia

La típica historia de extravagancia para millonarios que sirve para rellenar las páginas de sociedad de un periódico.

La mermelada más cara del mundo

Existe un tipo de gente, por lo general de baja cultura, que fantasea con vivir esa vida de magnate, derrochando el dinero en insensateces como la anterior, y devoran las páginas de las revistas de cotilleos, o de coches de lujo, como un adolescente ante su primer Private. Masturban su ambición con las descomunales llantas del último Maybach, o la grifería de oro de la casa de la puta...digoooo, tonadillera de turno.



Lo lamento por esa clase de marujos/as. Que noticias como ésta puedan ser ciertas, y que haya gente que las lea y no tuerza el gesto de repugnancia, es la medida de la decadencia de las sociedades occidentales.

El despilfarro de unos pocos cuando la mayoría está con el agua al cuello es una depravación, es además grotesco y hortera, de bajeza moral y ramplonería estética. Exhibicionismo grosero e impúdico, en un mundo lleno de necesidades. No se trata de dar limosnas, que no solucionan los problemas estructurales. Pero al menos, que no alardeen de acumular lo que a otros les falta.

En resumen: hay un grupo de gente a la que les sobra el dinero. Y tienen que recurrir a toda su imaginación, y la de otros, para saber en qué gastarlo. La hight society actual, recuerda en su depravación a las decadentes fiestas de Luís XIV, o de los Emperadores romanos, o cualquier otro imperio habido o por haber en la Tierra.

La sobriedad, la sabiduría, la honradez, el honor... ¿qué lugar tienen en este burdel de las vanidades que estamos construyendo?

A ver si llega el día en que hagamos tabula rasa. O, según el dicho castizo:

BORRÓN Y CUENTA NUEVA.

3 de octubre de 2006

El antisemitismo


Pobre Adolfito, al final la historia se ha servido de él para expiar todos nuestros pecados. La culpa de la barbarie nazi fue sólo suya, él fue el creador, el instigador, el que engañó a media Alemania. La otra media no estaba de acuerdo, pero se movía por miedo. Al final, el antisemitismo era cosa de unos pocos alemanes exaltados, que luego se arrepintieron y se convirtieron rápidamente en demócratas de toda la vida (en el bando nazi colaboraron, en mayor o menor grado, TODOS los gobiernos europeos excepto Inglaterra y Grecia). E incluso en estos países, existían segmentos de la población pro-nazis (especialmente en Inglaterra antes de 1940).

Todo eso es una patraña. El antisemitismo ha existido en nuestras sociedades desde hace muchos siglos, la condena de deicidas que promovió la Iglesia fue la excusa para convertir a esta etnia en el chivo expiatorio de nuestras vergüenzas (así como luego, farisaicamente, hicimos con Hitler). El racismo es tan español como los piojos, la tiña o el hambre. Aún más, que ahora, despiojados y con el estómago lleno, no somos capaces de superar ciertos prejuicios.

En la historia, en tiempos de confusión e incertidumbre, surgen esos rebrotes de racismo nunca bien disimulado, sea contra gitanos, moros o judíos. Normalmente vienen de miserables que quieren distraer la atención de sus bajezas y unir al pueblo en una nueva cruzada contra un enemigo de la patria.

Bueno, que me lío. Ahí os dejo una leyenda de nuestro universal Becquer, lectura de adolescentes enamorados, lugar común de la poesía adolescente, en la que se puede ver de primera mano la opinión que los cristianos de pura cepa, los verdaderos españoles, tenían de sus vecinos de distinto credo. He aquí la pintura que nuestro poeta hace, empleando todos los tópicos racistas que luego usaría la máquina de propaganda de Göebbels, de un judío:


En una de las callejas más oscuras y tortuosas de la ciudad imperial, empotrada y casi escondida entre la alta morisca de una antigua parroquia mozárabe y los sombríos y blasonados muros de una casa solariega, tenía hace muchos años su habitación, raquítica, tenebrosa y miserable como su dueño, un judío, Daniel Levi.
Era este judío rencoroso y vengativo como todos los de su raza, pero más que ninguno engañador e hipócrita.
Dueño, según los rumores del vulgo, de una inmensa fortuna, veíasele, no obstante, todo el día acurrucado en el sombrío portal de su vivienda, componiendo y aderezando cadenillas de metal, cintos viejos o guarniciones rotas, con las que traía un gran tráfico entre los truhanes del Zocodover, las revendedoras del Postigo y los escuderos pobres.
Aborrecedor implacable de los cristianos y de cuanto a ellos pudiera pertenecer, jamás pasó junto a un caballero principal o un canónigo de la primada sin quitarse una y hasta diez veces el mugriento bonetillo que cubría su cabeza calva y amarillenta, ni acogió en su tenducho a uno de sus habituales parroquianos sin agobiarle a fuerza de humildes salutaciones acompañadas de aduladoras sonrisas.
La sonrisa de Daniel había llegado a hacerse proverbial en todo Toledo, y su mansedumbre, a prueba de las jugarretas pesadas y las burlas y rechiflas de sus vecinos, no conocía límites.
Inútilmente los muchachos, para desesperarle, tiraban piedras a su tugurio; en vano los pajecillos y hasta los hombres de armas del próximo palacio pretendían aburrirle con los nombres más injuriosos, o las viejas devotas de la feligresía se santiguaban al pasar por el umbral de su puerta como si viesen al mismo Lucifer en persona. Daniel sonreía eternamente con una sonrisa extraña e indescriptible. Sus labios delgados y hundidos se dilataban a la sombra de su nariz enorme y corva, como el pico de un aguilucho; y aunque de sus ojos pequeños, verdes, redondos y casi ocultos entre las espesas cejas brotaba una chispa de mal reprimida cólera, seguía impasible golpeando con su martillo de hierro el yunque donde aderezaba las mil baratijas mohosas y, al parecer, sin aplicación alguna de que se componía su tráfico.




Si os apetece seguir leyendo, aquí teneis el resto:
LA ROSA DE PASIÓN

La Xunta y los CEDROS


Cuando el PSdeG decía en su programa que iba a repoblar con especies autóctonas, yo no me lo creí. Hasta ahora, mi desconfianza había sido justificada. En este rincón no se repuebla más que con pino y eucalipto. Es más, al particular que planta carballos le tildan de loco o bobo.

Pero no, ahora encuentro el sentido a esa promesa electoral: quieren que Galicia sea la tierra del CEDRO. Si, si, como suena, Líbano lo dejó de ser hace tiempo (ya no quedan Cedros en sus montañas, esos que usaban los fenicios en sus naves), pues ahora cogemos nosotros el relevo.

¿De qué hablo? De esta campaña.

En pocas palabras: el adoctrinamiento de los escolares en la mercantilización de la cultura. La Xunta le abre a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) las puertas de las aulas para que inocule el veneno de la santidad de la propiedad intelectual, principio inalienable que protege el negocio de los guardianes de la cultura, el saber y las artes desde Adán y Eva (seguramente la manzana estaba genéticamente modificada y era una variedad protegida bajo patente).

A la sociedad que promueve el préstamo de pago en las bibliotecas, se le da un altavoz para que pueda explicarles a los niños porqué es justo y bueno que sus padres se gasten medio sueldo en unos libros de texto de mierda, que cambiarán cada año para que no puedan servirle a los hermanos pequeños.

Todo ello con la colaboración de los maestros, que eligen los libros según las chucherías que les regalen las editoriales. Maestro es la profesión más indigna después de juez.

Detrás de todo está el interés empresarial por mantener el negocio, ahora que empiezan a ver las orejas del lobo detrás de los modem y los router. El libro es eterno, las ediciones de papel tienen los días contados. Quedarán para coleccionitas, para nostálgicos, fetichistas, o ciertas aplicaciones muy puntuales.

Nuestros bosques lo agradecerán.

Todo se compra, todo se vende, empezando por la honra de su puta madre, que venderían por cuatro ochavos. La cultura se paga. Y si tu padre no tiene dinero para comprarte libros, pues que se quede sin comer o no vengas. Y para estudiar en la Universidad, vete pidiendo un crédito, porque el precio de los libros técnicos es de echarse a temblar.

Y luego la oposiciones, pedazo de mierda de temario que me tengo que comprar porque no encuentro dónde fotocopiarlo, y lo necesito al menos como referencia. Pero es malo con avaricia. Si tuviera que comprarme todos los libros que necesito para estudiar, no bajaba de los 150 talegos. En toda la carrera, ya ni hago la cuenta.

Pero por ahí no paso. Antes me los gasto en cerveza y putas que darle el dinero a esos mercachifles. Tendré que pasarme por el mejor amigo de todo estudiante: LA FOTOCOPIADORA!

Sin embargo, últimamente ya son pocas las que no pagan el canon o mordida por cada fotocopia.

¿Cómo evitar alimentar a los enemigos del libro y de la cultura, a los Cerberos del conocimiento, al Caronte que hay que pagar incluso ese último servicio?

¡Escaneando los textos! En una horita de trabajo, de escaneas un libro normal de 200 páginas que te costaría 25 ouros.

Pero luego...no te olvides compartirlo con los demás. Es legal y es bueno para todos.

2 de octubre de 2006

La esclavitud por deudas



Supongo que cuando se habla de esclavos, a uno se le viene a la cabeza imágenes como ésta. Hombre blanco dominando a primitivos negros, llevados en barcos a las plantaciones de algodón de Luisiana.

Sin embargo, la historia de la esclavitud es muy extensa, tanta como la historia. Una de las causas más comunes para llegar a esta situación, además de rapto o como botín de guerra, es la esclavitud por deudas. Cuando eres incapaz de afrontar los pagos de una deuda, pierdes la libertad para poder saldar esa cuenta.

En el Bajo Imperio Romano, varias crisis económicas sucesivas (devaluación del denario, crisis del comercio, agotamiento de las arcas públicas, inflación...) fueron empobreciendo al pequeño agricultor, debiendose endeudar para poder continuar la producción. Las condiciones económicas llevaron a la ruina a estos pequeños propietarios, los cuales tuvieron que vender sus tierras a los grandes propietarios, y arrendar su fuerza de trabajo en condiciones de semi-esclavitud (el siervo de la gleba). Era el germen de la Edad Media, y su estructura socio-económica: el feudalismo.

Avanzamos hasta nuestros días.

En un contexto de euforia, de fe en el eterno crecimiento económico y en la escalada alcista de los precios del ladrillo, toda una clase pequeño-burguesa se endeuda hasta lo indecible para poder mantener un nivel social. El consumismo, la burbuja inmobiliaria, los bajos tipos de interés son el cepo que todo españolito se pone muy felizmente al cuello.

Esa es la primera fase de la celada. La segunda la vivimos ahora: los tipos de interés se recuperan y las familias se dan cuenta de que la soga empieza a apretar. Los bancos no quieren que aparezcan morosos y flexibilizan sus créditos con refinanciaciones, hipotecas interglaciares (las que se pagan de glaciación a glaciación) y otras facilidades. Aparecen entidades que ofrecen, a veces de forma tan engañosa como ésta, rebajar las cuotas a la mitad. Se llama consolidación de deudas, reunificación de préstamos, etc: traducido al castellano, se trata de incrementar el plazo de devolución a costa de incrementar la deuda que tienes contraída (entre un 5 y un nisesabe%).



Como una mosca en la telaraña, aún la presa no se da cuenta que todos esos esfuerzos para liberarse son contraproducentes: cada vez está más enredada en la trampa.

Sólo falta el tirón final. Una crisis económica de las que sucesivamente afectan al sistema económico, sea por la explosión de la burbuja inmobiliaria, sea por la cotización del barril de petroleo, sea por la caída de una bolsa hipertrofiada... No hace falta que entremos en recesión, una simple caída en el ritmo de crecimiento económico se traducirá en cierre o deslocalización de empresas, congelación salarial, aumento del paro...

Con una inmensa deuda a cuestas, las posibilidades de maniobra de una familia son mínimas. La gente aceptará cualquier cosa por mantener su puesto de trabajo; si lo pierde, se agarrará a un clavo ardiendo. Si quiere dar marcha atrás y vender su querido pisito, se dará cuenta que su valor actual no le llega para cubrir la hipoteca, de la cual aún no ha pagado más que intereses.

Está atrapado.

Es un esclavo. O mejor dicho. Un siervo. Conserva en teoría derechos jurídicos pero de facto ha de aceptar voluntariamente cualquier trabajo que el empleador quiera, aunque sea ingrato o mal remunerado, en otra ciudad, en otro puesto de menor cualificación...



Horas extras no remuneradas, trabajo gratuito en la finca del señor feudal...viene a ser lo mismo.

A cambio: manutención. La casa y la comida. Y la protección de encontrarte dentro del sistema, bajo el ala del señor feudal, el cual mandará reclutar a tus hijos si es necesario.

La esclavitud es la forma óptima de sistema productivo.




El sistema económico puso el lazo, nosotros lo recogimos y nos lo pusimos al cuello. Las circunstancias le metieron la batada a la banqueta. ¿Quien tiene la culpa del ahorcamiento?

El gobierno de la nación no, desde luego. No puede en un sistema democrático interferir en las oportunidades de negocio. Oportunidades de negocio...a costa de engañar, abusar y parasitar al pobre trabajador, como siempre (ETTs, constructoras, financieras...).

1 de octubre de 2006

El periodista y la cultura

Es comunmente aceptado que todo periodista, para poder ejercer como tal e incluso para licenciarse, tiene que especializarse en comerse pollas intelectuales del tamaño de una farola.

Porque todos tenemos unas posiciones ideológicas, e incluso podríamos debatir sobre si las opiniones de un profesional deben o no condicionar su labor informativa. Pero no se trata periodistas comprometidos con su conciencia, se trata de marionetas que escriben las "noticias" que pueden complacer al que les paga.

Como ejemplo, acordaos cuando esta tipiña cantaba las bondades del régimen aznarista y ahora, sin tan ni siquiera cambiar de peinado (horreur!), proclama la victoria de la izquierda del buen talante.



Ahora imaginémonos a esta señora el día en que el PCE gane las elecciones, empezando el telediario con el puño en alto, vestida un con uniforme militar verde oliva, y empezando con las palabras: "camaradas compañeros...".

Forcemos la imaginación, ¿como presentaría el telediario esta "periodista" si un pronunciamiento militar fascista se volviera a hacer con el gobierno de España? ¿Y si la contratasen en la ETB?

El problema no es que los periodistas tiñan con el color de su ideología la realidad que nos ofrecen. El problema es que los periodistas no tienen ideología, o mejor dicho, tienen una ideología sintonizable. Sintonizable con la de su jefe. Así, se convierten en monitos que deforman la realidad para hacerla soportable a la dirección de un periódico.

Es evidente, La Razón y El País no pueden estar hablando del mismo planeta Tierra. El Mundo habla de un atentado en Madrid que debe ser un Madrid selenita. Y visto lo visto, Telemadriz está adentrándose en una realidad paralela.

Pero bueno, que los periodistas no tienen conciencia, o la tienen, puesta a la venta y en oferta de temporada...no es nada nuevo.

Además de escribir sin interés por ofrecer un análisis objetivo y desapasionado, desde un punto de vista neutral, sino más bien todo lo contrario. En vez de explicar la relidad y dejar que sea el lector el que opine, le deforman la realidad a su conveniencia para que el lector vea como la realidad se adapta y corrabora sus opiniones.

Además, es que escriben rematadamente MAL. Ya no sólo en la forma, que los que redactan las noticias para que las lean los monicreques que salen en la televisión...había que detenerlos por un delito de lesiones e intimidación al idioma castellano.

Es que además, muy frecuentemente...no tienen ni idea de lo que hablan. Cobran por hablar de lo que no saben.

Veamos, un ejemplo, escaneado del diario Metro (no por ser gratuito es peor), que ilustra la noticia de la intervención quirúrgica en condiciones de ingravidez, por si algún día hay que operar a un astronauta (una estupidez donde se gastan nuestros euros, que digo yo que sería más interesante invertirlo en más medios, por si a lo mejor un día se reduce la lista de espera, o se puede pagar un dispensario en una villa del Tercer Mundo).



Errores que se pueden detectar en el primer párrafo:
"Nariz. El avión acelera 1,8 veces la velocidad de la gravedad (9,8 m/s)"

- Nariz. ¿?¿?¿?¿¿ Quizá para el que confeccionó este esquema tenga algún sentido, pero yo ignoro a qué se refiere ¿Al morro del avión? ¿Al inicio de la trepada? Lo ignoro.

- ...la velocidad de la gravedad. Creo que es en 8º de EGB cuando nos empezaban a hablar de la aceleración de la gravedad.

- 9,8 m/s. Si fuera una velocidad, efectivamente, se mediría en m/s. De todas formas, ese valor tampoco es constante sino que depende de la distancia, pero quizá sea rizar demasiado el rizo para el pobre periodista. Así pues, consideremos g=cte=9,8 m/s^2

- El avión no le hace nada a la pobre gravedad. El avión, no acelera la gravedad, en todo caso acelera a 1,8g. Es una preposición, no es grave, pero consigue aumentar la confusión.

- Ya después de corregir todos estos defectos, sigue sin entenderse cabalmente:
"El avión acelera a 1,8 veces la aceleración de la gravedad"
Si el avión inicia la trepada, dificilmente puede acelerar. Antes bien, empezará a perder velocidad que transforma en altura (energía cinética por potencial: 3º BUP). Así pues, sufre una aceleración en el sentido de la marcha negativa, no acelera sino que decelera.
Supongo que se refiere, viendo el esquema, a que el piloto, al tirar de los mandos, imprime al avión una aceleración en la componente vertical y en sentido ascendente de 1,8g, cuya reacción en el pasaje se viene a sumar a la aceleración de la gravedad provocando que los pasajeros experimenten en la trepada aceleraciones del orden de 2,8g.

No hace falta haber estudiado física para saber ésto. Un periodista que haya hecho un bachillerato decentito debería tener lo anterior controlado. La experiencia me dice que no (volúmenes medidos en metros cuadrados, confusiones con los procentajes...). Y no sólo en los conocimientos técnicos, también he leído colosales meteduras de pata, como cuando calificaban a las descargas por internet de ilegales, en contra de cualquier sentencia judicial hasta el momento.

Todos hablamos en algún momento sin saber muy bien de lo que hablamos, quizá sea un defecto nacional la charlatanería. Sin embargo, que esta especie de los periodistas se empeñe en hablar de lo que no sabe, metiéndose en camisas de once varas que le van muy anchas a sus entendederas, y pisoteando idioma y ciencia como la conocida imagen del elefante en la cacharrería...Y QUE ENCIMA COBREN POR ELLO!!!

Supongo que en algún rincón existirá un periodista íntegro e inteligente. Lo malo es que estará en el paro, o trabajando de cualquier otra cosa.